Primeros años
Nació en la calle Santa Lucía de Badajoz el 12 de mayo de 1767, hijo de José de Godoy, cuya familia tenía casa solariega en Castuera, y doña Alejandra Antonia Álvarez de Faria, de origen portugués. Ambos pertenecían a la nobleza de provincias, lo que les permitía el acceso a los cargos que solo los nobles podían ocupar en aquellos tiempos.
José de Godoy, coronel del ejército, y con cargos en el gobierno municipal de Badajoz como regidor, se preocupó cuanto pudo de la instrucción de sus hijos en el aspecto intelectual y en la educación física, por medio de la práctica de la equitación o la esgrima; indispensables para que pudieran seguir con éxito la carrera militar. Después de acabar los estudios elementales, Godoy adquirió conocimientos de matemáticas, humanidades y filosofía.
En 1784 llegó a la Corte de Madrid y fue admitido por Carlos III en la Guardia de Corps, donde servía su hermano mayor Luis. Estudió francés e italiano con los hermanos Joubert, a los que manifestaba deber mucho, así como a su confesor.
La rápida ascensión de Godoy
El 15 de noviembre de 1792, ocho años después de su ingreso en la Guardia de Corps, Manuel Godoy fue elevado al cargo de primer secretario de Estado o del Despacho, es decir, Primer Ministro o Ministro Universal, por el nuevo soberano Carlos IV, quien desde que subió al trono en 1788 no había cesado de llenarle de honores: cadete, ayudante general de la Guardia de Corps, brigadier, mariscal de campo y sargento mayor de la Guardia.
Ya primer ministro, el 25 de mayo de 1793, Godoy firmó en Aranjuez el convenio provisional de alianza defensiva contra Gran Bretaña con los títulos de duque de Alcudia, grande de España y de primera clase, regidor perpetuo de la ciudad de Santiago, caballero del Toisón de Oro, gran Cruz de la Orden de Carlos III, comendador de Valencia del Ventoso y de Aceuchal en 1796, consejero de Estado, primer secretario, secretario de la reina, superintendente general de Correos y Caminos, gentilhombre de cámara con ejercicio, capitán general de los Reales Ejércitos, inspector y sargento mayor del Real Cuerpo de Guardia de Corps.
A todos estos honores los reyes le añadirán el de Príncipe de la Paz con motivo de firmarse el segundo Tratado de Basilea el 22 de julio de 1795. Más tarde, Godoy fue nombrado además como señor de Soto de Roma y del Estado de Albalá; regidor perpetuo de la villa de Madrid y de las ciudades de Cádiz, Málaga Écija y Reus, conllevando este último cargo el título de Barón de Mascalbó; veinticuatro de la de Sevilla; caballero gran cruz de la Orden de Cristo y de la religión de San Juan; protector de la Real Academia de Nobles Artes y de los Reales Institutos de Historia Natural, Jardín Botánico, Laboratorio Químico y Observatorio.
En 1801 fue nombrado generalísimo, título nunca otorgado antes en España. Finalmente, en 1807, cerca ya de su caída, Carlos IV le concedió el título de Gran Almirante, con tratamiento de alteza serenísima, y de presidente del Consejo de Estado.
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